Los problemas de aprendizaje deben ser abordados cuanto antes a fin de evitar posibles repercusiones psicológicas y académicas. Y es que estos niños suelen esforzarse y sufrir mucho antes de ser diagnosticados. Su autoestima se ve afectada, pueden sentirse lentos, torpes o tontos y padecer vergüenza.
Algunos niños pueden comenzar a mostrar síntomas depresivos y perder la motivación escolar, y otros pueden presentar problemas de conducta. Además, estas dificultades van creciendo en magnitud a medida que aumentan las exigencias académicas; por ello, es fundamental buscar orientación profesional.
Los inconvenientes que pueda presentar el niño al incorporar o expresar conocimientos tienen que ser evaluados por un experto que determine si presenta o no problemas de aprendizaje. Un psiquiatra infantil también puede ayudar a coordinar la evaluación y trabajar con profesionales de la escuela para llevar a cabo pruebas escolares.
Opciones de tratamiento
Las intervenciones a llevar a cabo dependerán de cada caso en concreto. Generalmente los niños con problemas de aprendizaje como dislexia, disgrafia o discalculia suelen beneficiarse al obtener un apoyo extra por parte de tutores o especialistas en el área que hay que trabajar. Además, pueden obtener adaptaciones en el aula que les permitan seguir el currículum académico con más facilidad.
Por otro lado, puede ser necesario recurrir a la terapia psicológica o farmacológica para tratar ciertos síntomas relacionados. La ansiedad, la depresión, la baja autoestima o un posible trastorno por déficit de atención pueden requerir de este tipo de intervenciones.
Además, aquí citamos algunas soluciones que pueden ser muy útiles para enfrentar un problema de aprendizaje:
- Los niños requieren sentirse queridos, comprendidos y respetados para que el proceso de aprendizaje sea más sencillo.
- Deben tener cariño, afecto y cercanía física. Esto los ayuda a tener confianza y a liberar dudas en cuanto a sus capacidades.
- Es importante que aprendan mediante el juego y actividades prácticas.
- Deben ser incentivados a jugar con otros y establecer amistades.
- Deben tener libertad para cometer errores y preguntar todas sus dudas para que cualquier tema les quede claro.
- Los padres deben tratarlos con justicia y consideración.
- Deben fijarles límites y reglas, pero cuando se inculpen por alguna razón, deben ser tratados con afecto.
- Es importante que aprendan a enfrentar sus emociones, frustraciones y miedos.
- Es fundamental exponerlos a situaciones difíciles para que superen sus miedos.
- Los padres deben permitirles llorar y liberar sus sentimientos.
- Siempre deben recibir confianza de parte de sus padres.
- Cuando realicen una buena acción, es muy importante alagarlos, felicitarlos e incentivarlos a seguir progresando.
- Cuando fallen, los padres deben enseñarles que las derrotas son parte de la vida y que deben perseverar.
Es vital fortalecer la confianza del niño en sí mismo para que tenga un desarrollo saludable. Esto también ayudará a los padres y a otros miembros de la familia a que entiendan mejor el problema y puedan enfrentar las realidades de convivir con un niño con problemas de aprendizaje.